¿Qué pasos seguir para divorciarse?

¿Qué pasos seguir para divorciarse?

Publicado el 24 de marzo de 2025


📖 Tiempo estimado de lectura: 22 min

Introducción al divorcio

El divorcio es el procedimiento legal mediante el cual dos personas ponen fin a su vínculo matrimonial. Este proceso, regulado por la legislación española, permite que ambas partes puedan rehacer su vida de manera independiente, tanto a nivel emocional como económico y legal. Aunque puede ser una etapa compleja y emocionalmente delicada, conocer sus fundamentos y las opciones disponibles facilita una toma de decisiones más informada y menos angustiosa.

En los últimos años, el número de divorcios ha aumentado considerablemente, reflejo de una sociedad en constante cambio y de una mayor libertad para decidir sobre la vida personal. El divorcio no debe entenderse como un fracaso, sino como una herramienta legal que permite resolver una situación que ya no aporta bienestar a los miembros de la pareja ni al entorno familiar.

Existen diferentes tipos de divorcio que se adaptan a las necesidades particulares de cada caso, siendo los más comunes el divorcio de mutuo acuerdo y el divorcio contencioso. Mientras el primero implica una resolución pactada entre ambas partes, el segundo se presenta cuando no se logra un consenso y es necesario acudir al juzgado para que un juez resuelva las cuestiones en disputa.

Importante: A diferencia de la separación legal, el divorcio disuelve por completo el vínculo matrimonial, permitiendo que ambas partes puedan volver a contraer matrimonio si así lo desean. Esta distinción es clave para entender el alcance del proceso.

El proceso de divorcio puede implicar cuestiones relevantes como la custodia de los hijos, el uso de la vivienda familiar, la pensión compensatoria o la división de bienes. Por ello, es fundamental contar con el asesoramiento adecuado y conocer bien cada uno de los pasos a seguir.

  • ¿Qué tipo de divorcio es el más adecuado para mi situación?
  • ¿Qué documentación necesito presentar?
  • ¿Qué consecuencias económicas y legales tiene el divorcio?
  • ¿Cómo se gestiona la custodia de los hijos?

A lo largo de este artículo, abordaremos cada uno de estos puntos con detalle para ayudarte a comprender el proceso de divorcio en todas sus etapas. El conocimiento es clave para afrontar este cambio con seguridad y claridad.

Tipos de divorcio en España

En España, el sistema legal contempla diferentes formas de divorcio adaptadas a las circunstancias de cada pareja. Elegir el tipo de divorcio adecuado es fundamental para agilizar el proceso y minimizar los conflictos. Aunque el objetivo final en todos los casos es la disolución legal del matrimonio, los procedimientos y los tiempos pueden variar considerablemente en función del tipo elegido.

Existen principalmente dos modalidades de divorcio: el divorcio de mutuo acuerdo y el divorcio contencioso. Ambos están regulados por el Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Civil, y pueden realizarse con o sin hijos, así como con bienes en común o sin ellos. A continuación, analizamos en detalle las características de cada uno.

Nota clave: Independientemente del tipo de divorcio, no es necesario acreditar una causa específica para solicitarlo. Desde 2005, en España basta con que hayan transcurrido tres meses desde la celebración del matrimonio para poder iniciar el proceso, sin necesidad de alegar motivo alguno.

A continuación, detallamos los tipos de divorcio más comunes en España:

  • Divorcio de mutuo acuerdo: Es la vía más rápida, económica y menos conflictiva. Ambas partes están de acuerdo en divorciarse y presentan conjuntamente una propuesta de convenio regulador, donde se detallan aspectos como la custodia de los hijos, el uso de la vivienda familiar, la pensión compensatoria o la liquidación del régimen económico matrimonial.
  • Divorcio contencioso: Se produce cuando una de las partes no está de acuerdo con el divorcio o con las condiciones planteadas. En este caso, el procedimiento es más largo y costoso, ya que requiere intervención judicial para resolver los desacuerdos. Es habitual cuando hay conflictos sobre la custodia, pensiones o reparto de bienes.
  • Divorcio notarial: En casos sin hijos menores ni dependientes y cuando hay mutuo acuerdo, el divorcio puede realizarse directamente ante notario, lo que simplifica mucho el proceso. Solo se requiere asistencia de abogado y la firma del convenio regulador.

Cada tipo de divorcio tiene ventajas y desventajas según la situación personal y familiar. Por ello, es recomendable analizar detenidamente cuál es la opción más adecuada y contar con el asesoramiento profesional necesario para garantizar un proceso fluido y justo.

En los próximos apartados abordaremos con mayor profundidad los requisitos legales, la documentación necesaria y los pasos concretos que debes seguir en cada caso para tramitar tu divorcio correctamente.

Requisitos legales para divorciarse

Para iniciar un proceso de divorcio en España, es imprescindible cumplir con una serie de requisitos legales que garantizan la validez del procedimiento ante las autoridades competentes. Estos requisitos son aplicables tanto al divorcio de mutuo acuerdo como al contencioso, y se encuentran regulados por el Código Civil y la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Conocer estos requisitos no solo ayuda a preparar adecuadamente la documentación, sino que también permite anticiparse a posibles contratiempos legales que puedan surgir durante el proceso. A continuación, se detallan los principales aspectos que deben cumplirse para formalizar un divorcio en España:

  • Duración mínima del matrimonio: Es necesario que hayan transcurrido al menos tres meses desde la celebración del matrimonio para poder solicitar el divorcio. Solo en casos de riesgo para la vida o integridad física de alguno de los cónyuges, este plazo puede obviarse.
  • Voluntad de al menos uno de los cónyuges: No es necesario el consentimiento mutuo para solicitar el divorcio. Basta con que uno de los cónyuges lo solicite de forma unilateral para que el proceso se inicie legalmente.
  • Residencia en territorio español: Al menos uno de los cónyuges debe residir en España o tener la nacionalidad española para que los tribunales españoles sean competentes para tramitar el divorcio.
  • Presentación de demanda o convenio regulador: En el caso del divorcio de mutuo acuerdo, ambos cónyuges deben presentar una propuesta conjunta del convenio regulador. En el divorcio contencioso, uno de los cónyuges presenta la demanda sin necesidad de acuerdo previo.

Importante: Aunque no es obligatorio justificar el motivo del divorcio, sí es necesario cumplir con los requisitos procesales. Además, en presencia de hijos menores o dependientes, el Ministerio Fiscal supervisará el procedimiento para garantizar la protección de sus derechos.

En determinadas situaciones, como matrimonios celebrados en el extranjero o cónyuges de distintas nacionalidades, puede ser necesario analizar el caso bajo el principio de competencia internacional y aplicar normas específicas de Derecho Internacional Privado.

En definitiva, cumplir con estos requisitos legales es el primer paso esencial para iniciar un proceso de divorcio válido y efectivo. A lo largo del artículo, profundizaremos en los siguientes pasos y trámites necesarios para llevar el proceso de forma correcta y segura.

Documentación necesaria para el divorcio

Iniciar un procedimiento de divorcio requiere no solo cumplir con ciertos requisitos legales, sino también reunir una serie de documentos que respalden la solicitud ante los tribunales o el notario, dependiendo del tipo de divorcio elegido. Disponer de toda la documentación en orden es fundamental para evitar retrasos en el trámite y asegurar que el proceso se desarrolle de manera ágil y eficiente.

La documentación puede variar ligeramente según se trate de un divorcio de mutuo acuerdo, contencioso o notarial. No obstante, existen ciertos documentos comunes imprescindibles para todos los casos. A continuación, detallamos los más habituales y su función en el proceso.

  • Certificado literal de matrimonio: Emitido por el Registro Civil, acredita la existencia del vínculo matrimonial. Es un documento obligatorio en cualquier tipo de divorcio.
  • Certificado de empadronamiento: Sirve para acreditar el domicilio de los cónyuges, necesario para determinar la competencia territorial del juzgado.
  • Libro de familia: Aunque ya no se expide en papel en los nuevos matrimonios, si se dispone de él es útil para acreditar los hijos comunes.
  • Certificados de nacimiento de los hijos: Especialmente relevante cuando existen hijos menores, ya que se deben establecer medidas sobre custodia, visitas y pensiones.
  • Convenio regulador (en divorcio de mutuo acuerdo): Documento redactado por las partes o sus abogados en el que se fijan las condiciones del divorcio: reparto de bienes, régimen de visitas, pensiones, etc.
  • Documentación económica: En algunos casos se puede requerir documentación adicional sobre ingresos, propiedades o cuentas bancarias para determinar la pensión compensatoria o alimenticia.

Consejo útil: Es recomendable solicitar los certificados actualizados antes de presentar la demanda de divorcio, ya que muchos de ellos tienen una validez limitada en el tiempo (habitualmente tres meses). Además, disponer de copias en formato digital puede agilizar el trabajo de los profesionales que intervienen en el procedimiento.

En el caso de divorcio notarial, el listado de documentos puede ser más reducido, pero sigue siendo esencial presentar el convenio regulador y certificar la inexistencia de hijos menores a cargo. Cuando el divorcio es contencioso, el juzgado puede requerir documentación adicional si existen controversias sobre patrimonio o custodia.

Reunir esta documentación con antelación permite preparar mejor el proceso y evita interrupciones innecesarias. Un abogado especializado podrá ayudarte a identificar los documentos específicos que necesitas según tu caso y tipo de divorcio.

Pasos del proceso de divorcio

El proceso de divorcio en España está estructurado en una serie de pasos legales que deben seguirse para formalizar la disolución del matrimonio. Conocer cada etapa del procedimiento ayuda a prepararse emocional, económica y jurídicamente, reduciendo la incertidumbre y permitiendo tomar decisiones informadas en cada fase. Aunque el número de pasos puede variar según si se trata de un divorcio de mutuo acuerdo o contencioso, existe un esquema general aplicable a la mayoría de los casos.

A continuación, se detallan los pasos más comunes del proceso de divorcio en España, desde el inicio hasta la sentencia definitiva:

  • Consulta con abogado: El primer paso es contactar con un abogado especializado en derecho de familia. Este profesional evaluará la situación y asesorará sobre la modalidad de divorcio más conveniente.
  • Reunión de documentación: Se deben recopilar todos los documentos necesarios, como certificados de matrimonio, empadronamiento, nacimiento de los hijos, y cualquier información económica relevante.
  • Redacción del convenio regulador (si hay acuerdo): En caso de divorcio de mutuo acuerdo, el abogado redactará un convenio regulador con los términos del divorcio: custodia, pensiones, uso del domicilio, etc.
  • Presentación de la demanda: Se presenta la demanda de divorcio ante el juzgado correspondiente. En el mutuo acuerdo, se acompaña del convenio regulador; en el contencioso, se presenta la demanda individual.
  • Intervención del Ministerio Fiscal: Si hay hijos menores o dependientes, el Ministerio Fiscal revisará que las medidas propuestas salvaguarden sus derechos.
  • Vista judicial (solo en divorcios contenciosos): En los casos donde no hay acuerdo, ambas partes deben comparecer en una vista judicial y exponer sus argumentos ante el juez.
  • Sentencia de divorcio: Una vez analizado el caso, el juez emite una sentencia que disuelve el matrimonio y, si es necesario, fija las medidas correspondientes.
  • Inscripción en el Registro Civil: Finalmente, la sentencia debe inscribirse en el Registro Civil donde conste el matrimonio para que tenga validez legal plena.

Importante: En los divorcios de mutuo acuerdo sin hijos menores, es posible tramitar el divorcio directamente ante notario, lo cual simplifica considerablemente este proceso y evita la vía judicial.

Comprender estos pasos permite a las personas afrontar el divorcio con mayor serenidad y seguridad jurídica. Contar con el acompañamiento de profesionales especializados en derecho de familia es clave para garantizar que todo el procedimiento se realice conforme a la legalidad vigente y con el menor impacto emocional posible.

División de bienes y pensiones

Uno de los aspectos más relevantes en un proceso de divorcio es la división de los bienes comunes y la regulación de las pensiones compensatorias o alimenticias. Estas cuestiones suelen generar preocupación y, en ocasiones, desacuerdos entre las partes, por lo que es fundamental entender cómo se abordan legalmente en el ámbito del derecho de familia en España.

La forma en que se dividen los bienes dependerá del régimen económico matrimonial que haya regido el matrimonio. En España, los regímenes más comunes son el de gananciales y el de separación de bienes. Cada uno implica consecuencias diferentes en el momento de repartir el patrimonio.

  • Régimen de gananciales: Todos los bienes adquiridos durante el matrimonio se consideran comunes y se reparten al 50% entre los cónyuges, salvo los bienes privativos (herencias, donaciones o bienes anteriores al matrimonio).
  • Régimen de separación de bienes: Cada cónyuge mantiene la propiedad de los bienes que haya adquirido individualmente. Solo se dividirán aquellos bienes que estén expresamente compartidos.

En cuanto a las pensiones, la ley contempla dos tipos principales: la pensión compensatoria y la pensión alimenticia. La primera tiene como objetivo equilibrar el desequilibrio económico que pueda sufrir uno de los cónyuges tras el divorcio; la segunda está destinada al sustento y bienestar de los hijos comunes.

  • Pensión compensatoria: Se concede al cónyuge que, como consecuencia del divorcio, vea disminuido su nivel de vida o capacidad económica. No es automática; debe ser solicitada y justificada ante el juez.
  • Pensión alimenticia: Se establece para cubrir las necesidades básicas de los hijos menores o dependientes: alimentación, ropa, educación, salud y vivienda. El importe se calcula en función de los ingresos y circunstancias de ambos progenitores.

Recuerda: Tanto la división de bienes como las pensiones pueden ser acordadas por las partes en un convenio regulador en caso de divorcio de mutuo acuerdo. Si no existe acuerdo, será el juez quien determine las condiciones en la sentencia de divorcio.

Es fundamental contar con el asesoramiento de un abogado especializado para asegurar que los derechos de ambas partes sean respetados y que el reparto de bienes y pensiones se ajuste a la legislación vigente. Una correcta planificación en esta etapa puede evitar numerosos conflictos futuros.

Custodia y régimen de visitas

Cuando en un proceso de divorcio existen hijos menores o dependientes, uno de los aspectos más delicados y relevantes es la regulación de la custodia y el régimen de visitas. El objetivo principal de la legislación española en este ámbito es garantizar el bienestar superior del menor, priorizando su estabilidad emocional, afectiva y educativa por encima de los intereses de los progenitores.

La custodia se refiere al cuidado diario y convivencia habitual con los hijos, mientras que el régimen de visitas regula el tiempo y las condiciones en las que el progenitor no custodio puede relacionarse con ellos. Ambas cuestiones pueden acordarse en el convenio regulador (en divorcios de mutuo acuerdo) o ser establecidas por el juez en caso de divorcio contencioso.

  • Custodia monoparental: La más habitual en el pasado. Uno de los progenitores asume la custodia principal, mientras el otro ejerce su derecho de visitas y debe cumplir con el régimen establecido.
  • Custodia compartida: Cada vez más común. Ambos progenitores comparten el tiempo de convivencia con los hijos de forma equitativa o proporcional, permitiendo una mayor implicación en su crianza.

La decisión sobre el tipo de custodia se toma teniendo en cuenta múltiples factores: edad de los hijos, disponibilidad horaria de los progenitores, entorno familiar, domicilio, vínculos afectivos, e incluso la voluntad de los menores si tienen suficiente madurez.

Importante: El régimen de visitas no solo abarca fines de semana alternos, sino también periodos vacacionales, festivos y fechas señaladas. Todo debe recogerse con detalle en el convenio o la sentencia para evitar conflictos futuros.

En situaciones de conflicto o incumplimiento del régimen, es posible solicitar medidas cautelares o una modificación del régimen vigente. Además, si hay indicios de maltrato, negligencia o cualquier riesgo para el menor, el juez puede limitar o suspender las visitas.

En definitiva, una adecuada regulación de la custodia y del régimen de visitas es esencial para garantizar el equilibrio emocional de los hijos y mantener vínculos familiares sólidos tras la separación. Contar con el asesoramiento de un abogado de familia es clave para diseñar un acuerdo justo, viable y enfocado al bienestar de los menores.

Coste del divorcio y honorarios

Uno de los factores más relevantes a tener en cuenta al iniciar un proceso de divorcio es su coste económico. Aunque el divorcio representa principalmente una decisión personal y jurídica, también implica una serie de gastos que varían según el tipo de procedimiento, la complejidad del caso y los profesionales involucrados. Conocer estos costes con antelación permite planificar adecuadamente y evitar sorpresas durante el proceso.

El coste del divorcio puede oscilar notablemente dependiendo de si se trata de un divorcio de mutuo acuerdo o contencioso. En general, los divorcios acordados suelen ser más económicos, ya que reducen la duración del procedimiento y la intervención judicial.

  • Divorcio de mutuo acuerdo: Tiene un coste más reducido al compartir abogado y procurador. Los precios pueden rondar entre los 400 y 1.200 euros, dependiendo del despacho y de si se incluyen otros servicios como redacción del convenio regulador.
  • Divorcio contencioso: Al ser un proceso más largo y complejo, requiere mayor intervención judicial. Cada parte debe contar con su abogado y procurador, y los costes suelen oscilar entre 1.000 y 3.000 euros o más, en función del número de vistas, recursos o informes periciales.

Además de los honorarios profesionales, pueden surgir otros gastos asociados al procedimiento, como certificados registrales, tasas notariales (en divorcio notarial), informes psicológicos o asesoramiento fiscal para la liquidación del régimen económico matrimonial.

Consejo: Solicita siempre un presupuesto detallado antes de iniciar el proceso y asegúrate de que incluye todos los servicios necesarios. Algunos despachos ofrecen tarifas cerradas o facilidades de pago que pueden ayudarte a asumir el coste del procedimiento sin sorpresas.

En determinados casos, es posible solicitar el beneficio de justicia gratuita si se cumplen los requisitos económicos establecidos por la ley. Este recurso permite acceder al proceso sin asumir el coste de abogado, procurador o tasas, garantizando el derecho a la tutela judicial efectiva para personas con escasos recursos.

En definitiva, aunque el divorcio conlleva ciertos gastos inevitables, un buen asesoramiento y una correcta planificación pueden hacer que el proceso sea más accesible, transparente y ajustado a tus posibilidades económicas.

Duración del proceso de divorcio

La duración del proceso de divorcio es una de las principales dudas que surgen al tomar la decisión de disolver legalmente el matrimonio. Aunque no existe un plazo fijo aplicable a todos los casos, el tiempo que tarda en resolverse un divorcio depende de diversos factores, entre ellos el tipo de procedimiento, la carga del juzgado competente y la complejidad del caso concreto.

En líneas generales, los divorcios de mutuo acuerdo suelen ser más rápidos, mientras que los divorcios contenciosos pueden alargarse considerablemente por la necesidad de resolver disputas entre las partes. A continuación, detallamos los tiempos aproximados según el tipo de proceso:

  • Divorcio de mutuo acuerdo judicial: Este procedimiento puede resolverse en un plazo de entre 1 y 3 meses desde la presentación de la demanda, siempre que no haya incidencias procesales o retrasos administrativos.
  • Divorcio de mutuo acuerdo notarial: Es la vía más rápida. Si se cumplen los requisitos (ausencia de hijos menores y acuerdo total), el divorcio puede formalizarse en pocos días, incluso en una sola cita ante notario.
  • Divorcio contencioso: Al implicar mayor intervención judicial y posible celebración de vista oral, este tipo de divorcio puede extenderse entre 6 meses y más de un año, dependiendo del juzgado y del nivel de conflicto entre las partes.

Nota práctica: Aunque el proceso puede iniciarse a los tres meses de matrimonio, la duración total dependerá del tiempo que se tarde en reunir la documentación, redactar el convenio (si lo hay), presentar la demanda y obtener la resolución judicial o notarial.

También es importante tener en cuenta factores externos que pueden alargar el proceso, como la sobrecarga de trabajo en los juzgados, la necesidad de informes periciales o la existencia de recursos judiciales posteriores. En ocasiones, incluso tras dictarse la sentencia, pueden surgir trámites adicionales como la inscripción en el Registro Civil o la ejecución de medidas económicas.

En definitiva, una buena planificación, el asesoramiento de profesionales especializados y un enfoque colaborativo entre las partes pueden contribuir a reducir significativamente los tiempos del procedimiento, haciendo del divorcio un proceso más ágil y menos desgastante.

¿Divorcio con o sin abogado?

Una de las dudas más frecuentes al plantearse un divorcio es si es obligatorio contar con un abogado o si es posible realizar el proceso sin asistencia legal. La respuesta depende del tipo de procedimiento elegido y del canal por el que se tramite el divorcio: judicial o notarial. En cualquier caso, valorar la intervención de un profesional especializado puede marcar una gran diferencia en cuanto a seguridad jurídica, rapidez y resolución de conflictos.

En España, la ley establece la intervención obligatoria de abogado y procurador en la mayoría de los procesos judiciales de divorcio. No obstante, existen algunas excepciones que conviene conocer.

  • Divorcio judicial (mutuo acuerdo o contencioso): La asistencia de abogado y procurador es obligatoria. Incluso en el divorcio de mutuo acuerdo, ambos cónyuges pueden compartir abogado si hay consenso total, lo que reduce costes y simplifica el trámite.
  • Divorcio notarial: En este caso, aunque no interviene un juzgado, sí es obligatorio comparecer con abogado. El notario no puede autorizar el divorcio sin que se garantice el asesoramiento legal previo.
  • Justicia gratuita: Si uno o ambos cónyuges no pueden afrontar el coste de un abogado, pueden solicitar asistencia jurídica gratuita si cumplen los requisitos económicos establecidos por la ley.

Importante: Aunque algunas plataformas ofrecen “divorcios sin abogado” o modelos automatizados de gestión, estos procesos siguen requiriendo la intervención legal, ya sea directa o indirectamente. Lo ideal es contar con un abogado de confianza que pueda garantizar que tus derechos queden protegidos en todo momento.

Elegir divorciarse con asesoramiento legal no solo es una cuestión de obligatoriedad, sino también de garantía. Un abogado especializado en derecho de familia podrá redactar un convenio regulador equilibrado, anticipar conflictos, representar tus intereses y acompañarte durante todo el proceso con conocimiento técnico y sensibilidad ante una situación emocionalmente compleja.

En definitiva, aunque existen modalidades de divorcio más ágiles y con menor intervención judicial, el papel del abogado sigue siendo clave para asegurar un proceso justo, eficiente y sin contratiempos legales.

Preguntas frecuentes

A lo largo del proceso de divorcio, es común que surjan múltiples dudas relacionadas con los aspectos legales, económicos y personales del procedimiento. A continuación, recopilamos algunas de las preguntas más frecuentes que suelen plantearse las personas que están valorando o atravesando un proceso de divorcio, con respuestas claras y orientadas a facilitar la comprensión de los pasos a seguir.

¿Cuánto tiempo tarda en resolverse un divorcio?
El tiempo depende del tipo de procedimiento. En general, un divorcio de mutuo acuerdo puede resolverse en 1 a 3 meses, mientras que un divorcio contencioso puede prolongarse más de 6 meses. También influyen factores como la carga del juzgado o la complejidad del caso.

¿Es posible divorciarse sin el consentimiento del otro cónyuge?
Sí. Desde la reforma legal de 2005 no es necesario el acuerdo de ambos. Basta con que uno de los cónyuges solicite el divorcio, siempre que hayan pasado al menos tres meses desde la celebración del matrimonio.

¿Qué pasa con la vivienda familiar tras el divorcio?
El uso de la vivienda se puede acordar entre las partes o establecer por decisión judicial. Normalmente, si hay hijos menores, se asigna al progenitor custodio. En otros casos, puede optarse por la venta, el reparto del usufructo o la compensación económica.

¿Puedo solicitar una pensión tras el divorcio?
Sí. Si uno de los cónyuges sufre un desequilibrio económico significativo tras el divorcio, puede solicitar una pensión compensatoria. Su importe y duración se determinarán en función de diversos factores como duración del matrimonio, edad o dedicación a la familia.

¿Qué ocurre si uno de los progenitores incumple el régimen de visitas?
En caso de incumplimiento reiterado, se puede acudir al juzgado para solicitar la ejecución del régimen o incluso una modificación de las medidas acordadas. También pueden imponerse sanciones al progenitor que obstaculice el contacto con los hijos.

Estas preguntas reflejan solo una parte de las dudas más habituales durante un proceso de divorcio. Para obtener una respuesta adecuada a cada caso, siempre es recomendable consultar con un abogado especializado que pueda analizar tu situación concreta y orientarte con seguridad jurídica.

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