Divorcio amistoso: pasos sencillos y rápidos

Divorcio amistoso: pasos sencillos y rápidos

Publicado el 26 de junio de 2025


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¿Qué es el divorcio amistoso?

El divorcio amistoso, también conocido como divorcio de mutuo acuerdo, es una modalidad legal mediante la cual dos personas casadas deciden poner fin a su matrimonio de forma consensuada, sin entrar en conflicto ni recurrir a un proceso judicial contencioso. A diferencia de los divorcios litigiosos, este tipo de procedimiento se caracteriza por su sencillez, rapidez y menor coste económico y emocional.

En un divorcio amistoso, ambas partes acuerdan los términos fundamentales de la separación, como la custodia de los hijos (si los hay), el uso de la vivienda familiar, la pensión alimenticia, el reparto de bienes y otras cuestiones relacionadas con la convivencia y la economía familiar. Este acuerdo se recoge en un documento denominado convenio regulador, el cual debe ser aprobado por un juez o, en caso de no haber hijos menores, puede tramitarse incluso ante notario.

Esta opción es altamente recomendable para parejas que, pese a haber decidido separarse, mantienen una relación cordial y están dispuestas a colaborar para cerrar su etapa matrimonial sin conflictos. Al evitar disputas judiciales, se preserva el bienestar emocional de todos los involucrados, especialmente si existen hijos comunes.

El divorcio amistoso puede tramitarse de forma presencial o telemática, siendo esta última cada vez más popular gracias a la posibilidad de realizar todo el proceso online a través de abogados especializados, lo que agiliza aún más los plazos y reduce costes.

Para poder acceder a esta modalidad de divorcio, es indispensable que ambos cónyuges estén de acuerdo no solo en separarse, sino también en las condiciones del acuerdo. Si hay discrepancias en alguno de los términos clave, se deberá recurrir al divorcio contencioso, que conlleva mayores tiempos, trámites y costes.

  • Ambas partes deben estar de acuerdo en divorciarse.
  • Se requiere un convenio regulador con todos los términos pactados.
  • No es obligatorio acudir a juicio si no hay hijos menores.
  • Puede tramitarse ante notario en determinadas condiciones.

En resumen, el divorcio amistoso es la vía más ágil, económica y emocionalmente sostenible para poner fin a un matrimonio cuando existe entendimiento entre las partes. Facilita la transición hacia nuevas etapas personales sin generar tensiones innecesarias y priorizando el consenso y la cooperación mutua.

Ventajas del divorcio amistoso

El divorcio amistoso ofrece múltiples beneficios para quienes buscan poner fin a su matrimonio de manera civilizada, rápida y eficaz. A diferencia del proceso contencioso, donde predominan los desacuerdos y los litigios judiciales, el divorcio de mutuo acuerdo se basa en la cooperación y el entendimiento, lo cual repercute de forma positiva en todos los aspectos del procedimiento.

Una de las principales ventajas es la reducción significativa de los costes. Al no requerir un proceso judicial prolongado ni múltiples comparecencias, se abaratan los honorarios legales y se evitan gastos innecesarios. Además, al compartir abogado y procurador, el ahorro económico es considerable.

Otro beneficio clave es la rapidez. Un divorcio amistoso puede resolverse en semanas, e incluso en días si se tramita por vía notarial o telemática, frente a los meses o años que puede demorar un proceso contencioso. Esta agilidad permite a las partes pasar página con mayor facilidad y comenzar una nueva etapa personal sin dilaciones.

Al fomentar el diálogo, el divorcio amistoso reduce la tensión emocional, lo que es especialmente relevante cuando hay hijos de por medio. Los menores no se ven envueltos en disputas legales ni presionados por conflictos entre sus progenitores, lo que favorece su estabilidad y bienestar.

Además, el control sobre los términos del divorcio recae en los propios cónyuges. Son ellos quienes, mediante el convenio regulador, establecen los acuerdos sobre custodia, visitas, pensión alimenticia, uso de la vivienda familiar y reparto de bienes, sin depender de la decisión de un juez. Esto genera acuerdos más personalizados, realistas y duraderos.

  • Menor coste económico en comparación con un divorcio contencioso.
  • Proceso más rápido y ágil, ideal para cerrar etapas con prontitud.
  • Ambiente más sereno y colaborativo, con menos confrontaciones.
  • Facilita la protección emocional de los hijos en común.
  • Mayor autonomía en la toma de decisiones sobre el futuro familiar.

En definitiva, el divorcio amistoso es una solución legal eficaz, humana y práctica para quienes desean poner fin a su matrimonio de forma respetuosa y responsable. Sus múltiples ventajas lo convierten en la opción más recomendable siempre que exista voluntad de diálogo y entendimiento por ambas partes.

Requisitos legales para el divorcio

Iniciar un proceso de divorcio en España implica cumplir una serie de requisitos legales establecidos en el Código Civil y en la Ley de Enjuiciamiento Civil. Estos requisitos buscan garantizar que el procedimiento se lleve a cabo de forma ordenada y con las debidas garantías para ambas partes. Conocerlos es clave para evitar retrasos y complicaciones innecesarias durante el proceso.

El primer requisito fundamental es el tiempo transcurrido desde la celebración del matrimonio. La ley exige que hayan pasado al menos tres meses desde la fecha del enlace matrimonial para poder solicitar el divorcio, ya sea de mutuo acuerdo o contencioso. Esta norma tiene como finalidad evitar decisiones precipitadas.

Excepcionalmente, el plazo de tres meses no será exigido cuando se acredite que existe un riesgo para la vida, la integridad física, la libertad, la integridad moral o la libertad e indemnidad sexual del cónyuge demandante o de los hijos del matrimonio.

En el caso de los divorcios amistosos o de mutuo acuerdo, también es necesario presentar un convenio regulador firmado por ambos cónyuges, donde se recojan los acuerdos alcanzados en aspectos clave como:

  • La guarda y custodia de los hijos y el régimen de visitas.
  • La atribución del uso de la vivienda y ajuar familiar.
  • La pensión alimenticia y, si procede, la compensatoria.
  • El reparto de bienes comunes o gananciales.

En cuanto a la capacidad legal, cualquier persona casada que sea mayor de edad y tenga plena capacidad de obrar puede solicitar el divorcio. No es necesario justificar causa alguna: desde la reforma legal de 2005, España reconoce el divorcio sin necesidad de alegar motivo, lo que se conoce como divorcio no causal.

Finalmente, en los casos en los que no existan hijos menores no emancipados ni con discapacidad dependientes, el divorcio podrá tramitarse ante notario, lo cual simplifica y agiliza el procedimiento.

En resumen, el divorcio en España es un derecho accesible para cualquier cónyuge que lo solicite, siempre que se respeten los requisitos formales y materiales que establece la ley. Cumplir con ellos desde el inicio es esencial para lograr un proceso rápido, ordenado y sin complicaciones legales.

Documentación necesaria

Para llevar a cabo un divorcio amistoso de forma correcta y sin contratiempos, es fundamental reunir una serie de documentos que acrediten tanto la identidad de los cónyuges como los acuerdos alcanzados entre ellos. Presentar esta documentación completa y actualizada permite que el proceso avance sin demoras y que el juzgado (o el notario, en su caso) pueda validar el convenio regulador sin objeciones.

A continuación, se detalla la documentación básica que debe acompañar cualquier solicitud de divorcio de mutuo acuerdo en España:

  • DNI o pasaporte de ambos cónyuges, en vigor.
  • Certificado literal de matrimonio, expedido por el Registro Civil donde se celebró el matrimonio (con una antigüedad no superior a tres meses).
  • Certificado de empadronamiento o residencia habitual, que justifique el domicilio común o de uno de los cónyuges.
  • Certificados de nacimiento de los hijos, si los hubiera, especialmente si son menores o dependientes.
  • Convenio regulador firmado por ambas partes, en el que se reflejen los acuerdos en materia de custodia, pensión, régimen de visitas, vivienda y bienes.
  • Libro de familia, si está disponible, como documento adicional de referencia para identificar relaciones familiares.

En casos donde se tramite el divorcio ante notario (cuando no hay hijos menores no emancipados), también será necesario aportar la escritura pública del convenio regulador y acudir personalmente a la notaría para su firma con asistencia letrada.

Es recomendable que todos los documentos estén actualizados, impresos en formato oficial y, si es posible, acompañados de copias adicionales. En procesos digitales o realizados a través de plataformas online, será necesario escanearlos y subirlos en formato PDF de buena calidad.

Una preparación documental adecuada no solo agiliza el procedimiento, sino que evita requerimientos posteriores por parte del juzgado o el notario. Contar con la asistencia de un abogado especializado desde el inicio facilita la recopilación de todos los documentos necesarios y asegura que el proceso se desarrolle de manera fluida y sin errores formales.

Pasos para tramitarlo

Tramitar un divorcio amistoso en España es un proceso relativamente sencillo si ambas partes están de acuerdo en los términos. Sin embargo, es importante seguir una serie de pasos legales bien definidos para evitar errores que puedan retrasar o invalidar el procedimiento. A continuación, te explicamos paso a paso cómo realizar un divorcio de mutuo acuerdo de forma clara, eficiente y conforme a la normativa vigente.

El procedimiento puede variar ligeramente dependiendo de si se tramita por vía judicial o ante notario, pero en líneas generales estos son los pasos esenciales:

  • Consultar con un abogado especializado: Es obligatorio contar con asesoramiento legal. En un divorcio amistoso, ambos cónyuges pueden compartir abogado para reducir costes.
  • Reunir la documentación necesaria: DNI, certificado de matrimonio, empadronamiento, certificados de hijos (si los hay), y el convenio regulador firmado.
  • Redactar el convenio regulador: Este documento detalla los acuerdos sobre custodia, pensión, vivienda y reparto de bienes. Debe ser claro, completo y equilibrado.
  • Presentar la demanda de divorcio: El abogado presentará la solicitud junto con el convenio regulador en el juzgado competente o ante notario (si no hay hijos menores).
  • Ratificación del convenio: En el caso judicial, ambos cónyuges deben comparecer ante el juzgado para confirmar que están de acuerdo con el convenio. Si es ante notario, se firma directamente ante él con asistencia letrada.
  • Resolución y sentencia: Si todo es correcto, el juez dicta sentencia aprobando el divorcio o el notario otorga la escritura pública de divorcio.
  • Inscripción en el Registro Civil: Finalmente, se inscribe el divorcio en el Registro Civil donde consta el matrimonio, dejando constancia legal de la disolución.

El divorcio amistoso puede resolverse en un plazo de entre 4 y 8 semanas si no hay incidencias. La vía notarial suele ser más rápida aún, resolviéndose en pocos días si la documentación está completa y el convenio es válido.

Tener claros estos pasos desde el principio facilita un proceso ordenado, previsible y menos estresante. La clave está en la colaboración entre ambas partes, la redacción de un buen convenio regulador y el acompañamiento de un abogado especializado en derecho de familia. Elegir bien el canal (judicial o notarial) también puede suponer un ahorro de tiempo y dinero significativo.

¿Cuánto cuesta un divorcio amistoso?

Una de las preguntas más comunes a la hora de iniciar un proceso de divorcio de mutuo acuerdo es cuánto costará llevarlo a cabo. El divorcio amistoso es, sin duda, la opción más económica frente al divorcio contencioso, ya que permite reducir tanto los tiempos como los costes derivados del proceso judicial. Sin embargo, el precio final puede variar en función de varios factores, como la vía por la que se tramite, la existencia de hijos o bienes comunes, y los honorarios profesionales.

En términos generales, el coste de un divorcio amistoso en España oscila entre los 300€ y 1000€ si ambos cónyuges comparten abogado. Si cada parte desea contratar su propio letrado, el precio puede duplicarse. La mayoría de los despachos ofrecen tarifas cerradas para este tipo de procedimientos, especialmente cuando no hay complicaciones ni desacuerdos.

  • Abogado y procurador (vía judicial): entre 400€ y 800€ en total si son compartidos.
  • Notaría (sin hijos menores): entre 150€ y 300€ en concepto de escritura pública.
  • Gastos adicionales: obtención de certificados, gestión de documentos, etc., que pueden suponer entre 50€ y 100€ más.

Muchas plataformas y despachos especializados en divorcios online ofrecen servicios desde 100€ por persona, siempre que se cumplan ciertos requisitos como no tener hijos menores ni bienes que repartir, y presentar toda la documentación en formato digital.

Es importante tener en cuenta que, aunque el precio puede parecer una preocupación inicial, lo realmente valioso de un divorcio amistoso es la reducción de costes emocionales y de tiempo. Además, elegir una opción económica no implica necesariamente renunciar a una asesoría jurídica de calidad, siempre que se acuda a profesionales con experiencia en derecho de familia.

En definitiva, el coste del divorcio amistoso es asequible para la mayoría de los bolsillos y representa una inversión en tranquilidad y agilidad legal. Comparado con el divorcio contencioso, que puede superar fácilmente los 3000€, esta opción resulta claramente más ventajosa desde todos los puntos de vista.

Tiempos y duración del proceso

Una de las principales ventajas del divorcio amistoso frente al contencioso es la agilidad con la que puede resolverse. Sin embargo, el tiempo exacto que tarda el proceso depende de varios factores, como la vía por la que se tramite (judicial o notarial), la carga de trabajo del juzgado o notaría correspondiente, la rapidez con la que se presenten los documentos y la existencia o no de hijos menores en común.

En términos generales, un divorcio de mutuo acuerdo suele completarse en un plazo que oscila entre las 4 y las 8 semanas si todo se desarrolla sin incidencias. La vía notarial, disponible cuando no hay hijos menores dependientes, puede acortar ese plazo aún más, llegando a resolverse en cuestión de días.

  • Preparación del convenio y documentación: entre 3 y 7 días, si ambos cónyuges colaboran.
  • Presentación de la demanda y ratificación judicial: entre 2 y 4 semanas, según la agenda del juzgado.
  • Sentencia o escritura notarial de divorcio: entre 1 y 3 semanas tras la ratificación o firma ante notario.
  • Inscripción en el Registro Civil: aproximadamente 1 a 2 semanas, aunque puede variar por provincia.

En los casos tramitados ante notario, el procedimiento puede resolverse en 3 a 5 días hábiles, siempre que la documentación esté completa y ambas partes acudan con abogado al acto de firma.

Si el divorcio se realiza mediante vía judicial y hay hijos menores, la ratificación del convenio regulador suele demorar más, ya que el Ministerio Fiscal debe intervenir para velar por el interés del menor. Esto puede añadir de 1 a 2 semanas adicionales al proceso.

En resumen, el divorcio amistoso es una opción rápida y eficiente que permite a las partes avanzar con su vida en un tiempo razonable. Para garantizar plazos ágiles, es fundamental contar con el asesoramiento adecuado, presentar toda la documentación correctamente y optar por la vía más apropiada según las circunstancias personales.

Divorcio con hijos menores

Cuando una pareja con hijos menores de edad decide divorciarse, es fundamental abordar el proceso con especial sensibilidad y responsabilidad. La legislación española establece una serie de requisitos específicos para proteger el interés superior del menor, garantizando su bienestar emocional, económico y educativo a lo largo de todo el procedimiento de divorcio.

En los divorcios de mutuo acuerdo con hijos menores, el convenio regulador debe incluir medidas concretas relativas a la custodia, el régimen de visitas, la pensión alimenticia y otros aspectos relevantes. Este documento será examinado por el Ministerio Fiscal, quien debe velar por que dichas medidas no perjudiquen a los menores. Si el fiscal encuentra carencias o desequilibrios, podrá oponerse al convenio y solicitar su modificación.

  • Guarda y custodia: puede ser monoparental o compartida, y debe concretar con quién convivirán los hijos y cómo se organizarán las visitas con el otro progenitor.
  • Régimen de visitas: establece cuándo y cómo el progenitor no custodio podrá pasar tiempo con los hijos (fines de semana, vacaciones, festivos, etc.).
  • Pensión alimenticia: cuantía mensual que deberá pagar el progenitor no custodio para cubrir gastos de alimentación, vivienda, educación, ropa, entre otros.
  • Gastos extraordinarios: se refiere a gastos médicos no cubiertos por la seguridad social, actividades extraescolares, etc., y su reparto entre ambos progenitores.

El Ministerio Fiscal interviene obligatoriamente en todos los procedimientos de divorcio con hijos menores para supervisar que las medidas propuestas no vulneren sus derechos. La aprobación judicial del convenio está supeditada a este dictamen.

Además, si los hijos son mayores de 12 años, el juez puede decidir escucharlos antes de aprobar el convenio. Este derecho a ser oídos busca fomentar su participación en decisiones que afectan directamente a su vida cotidiana.

En definitiva, aunque el divorcio de mutuo acuerdo sigue siendo una opción viable cuando hay hijos menores, requiere una planificación más detallada y un enfoque centrado en la protección y estabilidad de los menores. Contar con asesoramiento legal especializado es esencial para garantizar que todas las medidas cum

Preguntas Frecuentes

El divorcio amistoso plantea muchas dudas entre quienes están considerando esta opción legal. A continuación, respondemos algunas de las preguntas más frecuentes que suelen surgir durante el proceso. Estas respuestas ofrecen una guía clara y concisa sobre los aspectos más importantes a tener en cuenta para tomar decisiones informadas y avanzar con seguridad.

¿Cuánto tarda en finalizar un divorcio amistoso?

Si todo está en orden y ambas partes colaboran, un divorcio amistoso puede resolverse en un plazo de 4 a 8 semanas por vía judicial. Si se tramita ante notario y no hay hijos menores, puede completarse incluso en pocos días. La clave está en la rapidez con la que se entreguen los documentos y se ratifique el convenio regulador.

¿Es obligatorio contar con abogado?

Sí, incluso en los divorcios de mutuo acuerdo es obligatorio que los cónyuges estén representados por un abogado. Sin embargo, ambos pueden compartir el mismo profesional, lo que reduce los costes y simplifica la comunicación legal.

¿Se puede hacer un divorcio amistoso de forma online?

Sí, siempre que no existan hijos menores no emancipados. En estos casos, el procedimiento puede realizarse de manera completamente telemática, con firma final en notaría y acompañamiento legal remoto. Es una opción rápida, cómoda y legalmente válida.

¿Qué sucede si hay hijos menores en común?

Cuando existen hijos menores de edad, el divorcio amistoso debe tramitarse obligatoriamente por la vía judicial. Además, el Ministerio Fiscal interviene para revisar el convenio regulador y asegurarse de que se protejan los derechos e intereses del menor.

¿Cuál es el precio medio de un divorcio de mutuo acuerdo?

El coste medio varía según el profesional y la modalidad elegida (presencial u online), pero suele situarse entre 300€ y 800€ si ambas partes comparten abogado. Es una alternativa mucho más asequible que el divorcio contencioso.

Conclusión

El divorcio amistoso se posiciona como una de las soluciones más sensatas y beneficiosas cuando una pareja decide poner fin a su vínculo matrimonial de forma consensuada. Frente al divorcio contencioso, esta modalidad ofrece ventajas evidentes en términos de tiempo, coste económico, carga emocional y eficiencia legal. Además, permite que ambas partes mantengan el control del proceso, tomando decisiones conjuntas sobre su futuro, los hijos en común y el reparto de bienes.

La clave del éxito de un divorcio de mutuo acuerdo radica en la voluntad de diálogo, la predisposición a negociar de manera equilibrada y el asesoramiento legal adecuado. Contar con un abogado especializado que guíe el proceso desde el inicio garantiza seguridad jurídica, cumplimiento de los requisitos legales y agilidad en la tramitación. Ya sea por vía judicial o notarial, presencial o digital, existen múltiples formas de llevar a cabo el procedimiento con rapidez y plena validez legal.

El divorcio no tiene por qué ser sinónimo de conflicto. Con el enfoque adecuado, puede transformarse en una oportunidad para cerrar una etapa con respeto, proteger a los hijos y sentar las bases para una convivencia futura saludable y equilibrada.

En definitiva, optar por el divorcio amistoso es apostar por una vía inteligente, empática y colaborativa. Supone resolver una situación compleja desde el entendimiento mutuo, priorizando el bienestar emocional, la legalidad y la estabilidad familiar. Si estás considerando esta opción, informarte correctamente y apoyarte en profesionales especializados hará que el proceso sea mucho más llevadero y justo para ambas partes.

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